miércoles, 17 de marzo de 2010

Editorial de la Revista Venezolana de Ciencias Sociales UNERMB VOL. 12 Nº 2. AÑO 2008

EDITORIAL
"América Latina interrogada desde las Ciencias
Sociales".

Desde nuestra América Latina y bajo la óptica del “Pensamiento crítico y alternativo”, indagamos las dinámicas políticas, culturas y económicas que se gestan actualmente. En este sentido el Doctor Jaime Preciado presidente de la Asociación Latinoamericana de Sociología, nos presenta la necesidad de interrogar a América Latina entorno a cuatro ejes temáticos. Depredación de recursos naturales y conflicto ecológico, democracia participativa, escenarios productivos y construcción de conocimientos. En atención a estos ejes, desarrolló una serie de reflexiones:

Con relación a la depredación de recursos naturales y al conflicto ecológico, señala el doctor Preciado que si bien, desde la década del noventa se venían dando conflictos por la apropiación y utilización de los recursos naturales de América Latina, fue en este nuevo siglo cuando la cuestión ocuparía un lugar central en la agenda pública. En efecto, desde la “Guerra del Agua” en Bolivia durante el 2000 hasta la lucha de pueblos enteros en contra de la minería a cielo abierto, en todo el continente y en todos estos años, corroboran la importancia de estos fenómenos. La significación de estas resistencias no es sólo ambiental sino también fundamentalmente social, política y cultural. Da cuenta a su vez, que en nuestros países hubo históricamente modos de resolver la reproducción de la vida material en convergencia con la sustentabilidad de los recursos. Como insisten destacados analistas, el ochenta por ciento de los recursos naturales que la humanidad requiere, se encuentra en territorios indígenas y campesinos y gran parte en nuestra América. Cuando los países del norte depredaron ya los suyos invisten con el discurso del “desarrollo”, “el progreso”, “la generación de empleos” el saqueo de los recursos.

Este tema pone en el centro de la discusión “la tragedia del desarrollo” invita a pensar desde las teorías de la colonización del poder y del saber. Nos invita a repensar el desarrollo desde una ecología de conocimientos que re-sitúen al saber occidental representado hoy por el neoliberalismo como “único, central y verdadero”.

El conflicto ecológico es más que enunciado ambiental, incumbe también a la crítica del antropocentrismo en sociología y ciencias sociales e incumbe a las propias representaciones cosmogónicas de los científicos. Se juega en estos “juegos de verdad” la conformación de los cuerpos y las poblaciones. Constituye este conflicto para América Latina y el Caribe un núcleo fundamental para comprender más la propia subsistencia bio-planetaria, basta citar sólo tres iconos como la devastación de la amazonia invadida por latifundistas, el riesgo inminente de la devastación marina y la contaminación petrolera y el desequilibrio climático.

Al analizar el eje ciudadanía y democracia participativa, el autor refiere que las transformaciones socioeconómicas experimentadas en el mundo a partir de la década de 1970 suponen una profunda metamorfosis en la formas de acumulación capitalista y, en el plano institucional, una reconfiguración de las funciones del Estado. Esta mutación se constituiría en una nueva matriz de gobierno de las poblaciones. Si durante la sociedad salarial, el Estado se configuraba como el garante e impulsor de la integración social, basada en el trabajo formal y en derechos universales; en la matriz que surge a partir de la década de los 70 el Estado comenzó a ser cuestionado en su rol de actor articulador de la sociedad y criticado desde diferentes sectores por su carácter “tutelar”, por su estructura “burocrática” y “propensa a la corrupción”. Es así como otros actores comenzaron a intervenir en el diseño e implementación de sus acciones: por un lado, la injerencia de organismos multilaterales de crédito e instancias supranacionales de decisión y por otro, la incorporación de una multiplicidad de actores de la Sociedad Civil al diseño e implementación de políticas.

Es en este contexto surgen diversas tecnologías que colocarán el acento en la sociedad civil, convertida en el principio generador de la gestión de los asuntos sociales y de los procesos de consolidación de nuevos vínculos sociales. Allí, cobra relevancia la estrategia de la democracia participativa expresada en diversas tácticas: accountability social, participación ciudadana en organismos de control y fiscalización de acciones gubernamentales, elaboración de presupuesto participativo, entre otras. Diversas evaluaciones acerca de este nuevo modo de gobierno han producido conclusiones distintas que generan interrogantes diversos: ¿cuál es la dirección que toman estas formas en experiencias concretas en América Latina?, ¿permiten profundizar el diálogo democrático?, ¿impulsan la soberanía popular?, ¿pueden en algunas ocasiones -más allá de sus intenciones- sustentar medidas autoritarias?, ¿representan la voz de los sectores populares?, ¿en qué medida? ¿La democracia participativa conocida y practicada hasta ahora facilita la articulación de diferentes etnias en la configuración de un Estado político democrático pleno? En las discusiones llevadas a cabo hasta ahora en América Latina, ¿se despliegan con intensidad tal como se expresan en las luchas actuales, la temática de la conformación de un Estado político multiétnico y democrático para los países de América Latina?

Estos y otros interrogantes son un punto de partida para reflexionar y dialogar críticamente sobre el horizonte de posibilidades y puntos críticos que abre laperspectiva de democracia participativa.

Preciado, también discute acerca de los nuevos escenarios productivos enAmérica Latina, allí plantea que desde inicios del siglo XXI, América Latina está viviendo acontecimientos sociopolíticos cuyos encadenamientos han generado procesos signados -en principio- por el detonar, en su sentido más amplio, de la soberanía de los pueblos latinoamericanos, como reacción ante el peligro de su no existencia étnica, cultural, política y social, por el torbellino neoliberal evanescente,sufrido durante las últimas décadas del siglo XX.

Este detonar, está confluyendo en búsquedas de nuevas formas de organización productiva a partir de las condiciones materiales y simbólicas de existencia preexistentes, configurándose combinaciones de diferentes tipos de propiedad, manteniéndose la privada, acentuándose la estatal o combinado ambas y proponiéndose la subsunción de la informalidad y el cuentapropismo, potenciando la propiedad colectiva a través del cooperativismo y la conformación de agrupamientos productivos familiares. Surgen nuevos interrogantes como los observados con del pueblo boliviano y su propuesta de un “capitalismo andino-amazónico” y la descolonización étnica de su Estado; o como en Venezuela y su vía a un socialismo del siglo XXI con la expansión del cooperativismo y el control de sus recursos energéticos por parte del Estado, la recuperación de los activos energéticos en Ecuador y las tendencias en Cuba a una mayor autonomía de la empresas estatales. Es observable también el incremento post-neoliberal con el aumento de empresas mixtas y el surgimiento de nuevas formas de gestión de la organización económica y social. Como así también la emergencia de formas productivas y de distribución, surgidos de las luchas sociales contra la desocupación, la explotación como la búsqueda de autonomía de los movimientos sociales, actuantes en los intersticios de losentramados socioeconómicos y políticos latinoamericanos como los producidospor el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Estas combinaciones de formas productivas se enmarcan en nuevos espacios de condensación política en cuyos núcleos axiológicos y matrices ideológicas están presentes, los espacios nacionales y regionales, la democracia participativa, el reconocimiento de las diferencias culturales y étnicas, la solidaridad social, la justicia distributiva y la integración como instrumentos geopolíticos y productivos de autonomía frente a las tensiones de la unipolaridad dominante. Escenarios que revelan incipiente construcción de un entramado de relaciones para un mundo multipolar, integrado y solidario, cuya manifestación puede expresarse en la Alternativa Bolivariana para América Latina y El Caribe (ALBA), el fortalecimiento del Mercosur o la creación del Banco del Sur como atributos para una gestión autonómica frente a las agencias financieras trasnacionales como Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.

La construcción de conocimiento, también se nos presenta como un eje para la discusión y reflexión. Así el autor señala que al abrirse al debate sobre las condiciones y recursos del conocimiento retrotrae en las ciencias sociales a un gran acumulado secular que recala tanto en tradiciones como en revoluciones científicas, combates que persisten por la apropiación de la explicación y la búsqueda de causalidades claves, que descubiertas, brinden el camino al cambio social.

Muchas instituciones académicas se encuentran hoy en crisis y en apariencia lo social que las habita, sus actores y protagonistas, no se encuentran suficientemente comprometidos a comprender los dilemas de la producción de conocimiento que le conciernen y que como sabemos no existen sino ligados a los procesos sociales que lo circundan. La academia, las universidades y los centros de producción científica, se han visto también inundados, en estas décadas, por los afanes de las agencias internacionales, con las imposiciones “métricas” neoliberales, y en estas creencias y desde estos paradigmas productivos, sus productores no han quedado más cerca de la solución de las grandes problemáticas sociales sino quizás más lejos. La arquitectura productiva fragmentaria resulta convergente a la concentración, privatización y unidireccionalidad del desarrollo científico-tecnológico.

Sin duda, los procesos de construcción de conocimiento requieren del encuentro discursivo de la diversidad cultural, del intelecto singular y colectivo, y de nuevas formas éticas en las que el otro “como objeto-dato” pueda operar por sí, con autonomía, como sujeto de derecho frente al conocimiento que se le impone.

Estos ejes serán discutidos por distintos investigadores en el marco del XXVII Congreso ALAS 2009 a celebrarse en Buenos Aires, Argentina y el cual constituye la palabra comprometida con un encuentro donde América Latina y el Caribe, son interrogados sociológica y socialmente. Es este un desafío y un motivo permanente, para renovar la agenda de nuestra Latinoamericana.


Isneira Huerta
Directora/Editora de la RVCS-UNERMB